Aprende a vivir sin dependencia

HÁBITOS Y CONDUCTAS “NORMALES”

A veces repetimos conductas o hábitos que nos producen placer, o nos evitan pasarlo mal.

Hasta ahí, todo "está bien". Por ejemplo: tomarse algunas copas, “mis partidas de poker on line”, jugar con sustancias ilegales como cannabis, cocaína,…, prescritas (opiáceos o tranquilizantes), o permitidas como el tabaco, tener relaciones con personas que aunque reconozco su toxicidad "me llenan", participar en "fiestas con sexo/estimulantes químicos", gastarme el dinero en compras de cosas que no necesito...

¿ESTOY EN RIESGO? ¿TENGO UNA ADICCIÓN?

No es fácil determinar por uno mismo en qué momento se ha cruzado la barrera de la adicción.

Tenemos unos indicadores que nos pueden ayudar a reconocer cuándo ocurre:

• Pérdida del control de mi conducta: mis esfuerzos por limitar la frecuencia o uso duran poco tiempo, y requieren mucha energía ("no me siento con fuerza").

• Me produce un daño físico y/o psicológico, que me ocasiona problemas en mi vida afectiva, ("me siento solo", "no me entienden"), laboral ("trabajo mucho, me luce poco") y social ("no encuentro placer en lo que antes me divertía").

• Siento a veces como si no me entendiera, como si un “personaje interno” entrara en conflicto conmigo, hasta el punto de llegar a justificar esa conducta, y sorprendiéndome a mí mismo con engaños y justificaciones absurdas.

¿CÓMO SALIR A FLOTE?

• Para poder salir de este problema es fundamental saber, tanto yo como mi familia, que se trata de una enfermedad, que han producido cambios en mi sistema nervioso (neuroadaptación), que soy lo más parecido a una cobaya dando vueltas en el círculo adictivo y que mi voluntad no está funcionando. Es una enfermedad crónica que se puede mantener "asintomática".

• Los tres ingredientes necesarios para conseguir el éxito son:
1. Tomar la decisión de cambio. Éste es un ingrediente personal.

2. Involucrar a las personas más cercanas para actuar como elementos colaboradores del proceso, dándoles conocimiento y recursos de apoyo.

3. Aprender cómo y qué tengo que hacer para salir del problema, evitando posibles recaídas. Ayuda profesional.

Está ampliamente reconocido por la comunidad científica que el abordaje de una adicción debe ser interdisciplinar, como cualquier otra enfermedad, que pone en juego nuestra salud mental.
Desde el convencimiento que me da mi experiencia de más de 25 años, y el seguimiento de innumerables personas que han querido cambiar, sé que se puede salir de esa trampa tan compleja, de tanto sufrimiento, y crecer.
Iniciar este proceso es APRENDER para VIVIR.